Entre posibles formas y ayudas en el tratamiento invasivo dentro de la fisioterapia, podemos hablar de la ecografía, una técnica que se creó inicialmente para diagnóstico, pero que ha evolucionado para ser utilizada con otros fines dentro de la fisioterapia.
De ahí la necesidad formación y actualización de conocimientos por parte del fisioterapeuta, para así poder abordar de una manera más eficiente patologías comunes en nuestra profesión.
Tal y como se detalla en varios estudios se deben tener claros los conceptos de la técnica ecográfica, el funcionamiento del ecógrafo, su lenguaje, sus peculiaridades y artefactos.
Así como las ventajas que podemos encontrar respecto a esta herramienta:
- Es inocua en cuanto a radiación, con cambios biológicos mínimos en índice dérmico.
- Es rápida y bien tolerada.
- Es económica.
- Permite controles repetidos (para conocerla evolución de las lesiones)
- Es de fácil acceso y desplazable.
- En cuanto a su utilización, nos sirve como vertiente diagnóstica y compresión dirigida o eco palpación.
Debemos tener en cuenta que se trata de una técnica operador-dependiente, es decir, las limitaciones del ecografista son aquellas que realmente nos puedan generar una limitación.
Sin embargo, existen varios estudios donde se evidencia la alta fiabilidad en diferenciación de tejido patológico y sano, siendo este altamente específico en evaluación morfológica.
Además, debemos de considerar el ecógrafo no solo como método de evaluación de estructuras, sino también como herramienta de apoyo en el tratamiento invasivo. En los últimos años se han desarrollado revisiones sobre la validez de la ecografía como elemento imprescindible dentro de la fisioterapia invasiva y en relación con otras técnicas.
De hecho, cada vez más compañeros de profesión y autores actuales consideran de gran importancia y necesidad el uso de la fisioterapia invasiva con guía ecográfica en patología músculo esquelética.